Básicamente este periodo se caracteriza por el uso de la cerámica y la formación de sociedades más complejas, seria tal vez demasiado bizarro hablar de estados o reinos todavía aún estamos hablando de grandes centros ceremoniales que compiten entre sí, sin embargo podemos distinguir que estos centros se comienzan a juntar en partes específicas y comienzan a adquirir ciertos rasgos comunes. Además los habitantes cada vez más son más sedentarios y se dedican a las actividades propias de este estado.
Mientras que el sedentarismo está bien establecido ahora, las poblaciones continuarán creciendo, y hay una ampliación de la capacidad agrícola alrededor de asentamientos con evidencia de irrigación perceptibles en las áreas planas, desérticas. Los recursos del mar todavía se consumen aun cuando los nuevos asentamientos demuestran una tendencia más fuerte a estar ubicados tierra adentro, de 6 a 12 km del mar. En muchos casos, sin embargo, los sitios costeros todavía se habitan y crecerán incluyendo los nuevos estándares arquitectónicos
Se dice que la domesticación de plantas y animales empezó a finales del Precerámico, a raíz de la observación de los ciclos naturales. La caza indiferenciada fue dejándose a un lado y dio paso al cuidado selectivo de los animales y plantas. Si bien en la costa se tuvo en la recolección marina el principal sustento, poco a poco la dieta del hombre costeño fue aumentando con la llegada de las plantas domesticadas. Este cambio en la alimentación costeña demuestra que la agricultura y la pesca fueron las técnicas que se utilizaron principalmente en los valles y lomas.
El pastoreo y la agricultura se adoptaron, al parecer, en forma simultánea en la sierra. La domesticación de camélidos se puede medir por la recurrencia de huesos en los recintos arqueológicos. La gran cantidad de restos de camélidos jóvenes sacrificados sugiere que eran preferidos para el consumo. Los huesos de camélidos neonatos o recién nacidos indican su ubicación en corrales ya que es frecuente contraer en estos recintos enfermedades o infecciones.
Además con la aparición de la cerámica comienza una producción artística bastante sorprendente y diferenciada de la que podemos encontrar en un principio. La tradición artística y religiosa del inicial producirá representaciones complejas del icono esencial de la prehistoria andina: el felino, un motivo que será utilizado en las primeras esculturas de barro monumentales que se elabora en los templos y pirámide, y en la cerámica modelada. La cerámica surgió aproximadamente hacia el 2000 a.C., los hombres del antiguo Perú empezaron a elaborar cerámica que imitaba las formas naturales de los mates con la finalidad, en un principio aunque después se usará para otros motivos de cocinar y almacenar sus alimentos. Esta innovación tecnológica apareció de manera simultánea en distintas zonas geográficas y desarrolló tres estilos diferentes:
• Estilo Pandache (Cajamarca). Está compuesto por vasijas pequeñas que presentan decoraciones con líneas incisas y tiras sobrepuestas.
• Estilo Ancón-Curayacu (Lima). Lo constituyen ollas sin cuello, figurinas, botellas y tazas con paredes rectas.
• Estilo Wairajirka-Tutishcainio (Huánuco). Se trata de un estilo alfarero emparentado con las tradiciones amazónicas. Se tienen vasijas con decoraciones de líneas incisas paralelas.
En cuanto a la arquitectura monumental se siguen haciendo templos y pirámides truncas. Estos templos son edificios de dimensiones variables compuestos por un cuerpo central y dos brazos laterales que encierran un patio abierto, formando una especie de «U». La forma de este templo tiene su antecedente directo en el sitio de El Paraíso, un monumento del tiempo Precerámico. Al interior de los templos en «U», el edificio central es el más importante de todo el complejo, por lo que tiene una altura mayor que el resto de los componentes. Por otro lado, los brazos laterales no siempre están unidos al cuerpo central. El edificio central presenta una depresión en el centro que corresponde al atrio con su respectiva escalinata, constituyendo la zona ceremonial más importante. Este diseño arquitectónico está presente tanto en Chavín de Huántar como en otros sitios de la costa y abarca desde Piura hasta Mala. La distribución de los templos en forma «U» se ubica principalmente en los valles costeños (desde el litoral hasta la parte alta del valle) ya sea de forma aislada o en grupos. Los templos en forma de «U» que más destacan son los de Huaca La Florida y Garagay (en el valle del Rímac), Mina Perdida y Cardal (valle de Lurín).
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